lunes, 7 de julio de 2025

LA CARTA A GARCÍA. (1899) Elbert Hubbard


1. Hubo un hombre cuya actuación en la guerra de Cuba culmina como un astro en su perihelio[1].

2. Sucedió que cuando estalló la guerra entre España y los Estados Unidos[2], se notó claramente la necesidad de un entendimiento inmediato entre el Presidente de la Unión Americana y el General Calixto García[3]. Pero, ¿cómo hacerlo?

3. García estaba en esos momentos Dios sabe dónde, en alguna serranía perdida en el interior de la Isla de Cuba, y era precisa su colaboración. Pero, ¿cómo hacer llegar a sus manos un comunicado? ¿Qué hacer?

4. Alguien le dice al Presidente Mckinley[4]: "Conozco a un hombre llamado Rowan. Si alguna persona en el mundo es capaz de dar con García, es él: Rowan".

5. Cómo Rowan toma la carta, la guarda en una bolsa que cierra contra su pecho, desembarca a los cuatro días en las costas de Cuba, desaparece en la selva primitiva para reaparecer de nuevo a las tres semanas al otro extremo de la Isla, cruzando un territorio hostil, y entrega la carta a García, son cosas de las cuales no tengo especial interés en narrar aquí.

6. El punto sobre el cual quiero llamar la atención es éste:

El presidente McKinley le da a Rowan una carta para que la lleve a García. Rowan toma la carta y no pregunta en dónde poder encontrarlo.

7. ¡Por Dios santo!, que aquí hay un hombre cuya estatua debería ser vaciada en bronces eternos y colocada en cada uno de los colegios del universo. Porque lo que debe enseñarse a los jóvenes no es vigorizar, templar su ser íntegro para el deber, enseñarlos a actuar con prontitud, concentrar sus energías, a hacer las cosas, "a llevar la carta a García".

8. El presidente McKinley ya no existe. Pero hay muchos McKinleys en el mundo.

9. Qué desaliento habrá sentido todo empresario que necesita de la colaboración de muchos, que no se haya quedado alguna vez estupefacto ante la imbecilidad del común de los hombres, ante su abulia, ante su falta de energía para llevar a término la ejecución de una orden.

10. Descuido culpable, trabajo a medio hacer, desgreño, indiferencia, parecen ser la regla general.

11. Y sin embargo, no se puede tener éxito si no se logra por uno u otro medio la colaboración completa de los subalternos, a menos que Dios en su bondad obre un milagro y envíe un ángel iluminador como ayuda.

12. El lector puede poner a prueba mis palabras: llame a alguno de sus empleados y dígale: "Consulte usted la Enciclopedia y hágame el favor de sacar un resumen de la vida de Corregio[5]".

13. ¿Cree usted que su ayudante le dirá: "sí señor", y ponga manos a la obra?

14. Pues no lo crea. Le lanzará una mirada vaga y le hará una o varias de las siguientes preguntas:

*   ¿Quién era él?

*   ¿En qué Enciclopedia busco eso?

*   ¿Está usted seguro de que esto está entre mis funciones?

*   ¿No será la vida de Bismarck la que usted necesita?

*   ¿Por qué no ponemos a Carlos a que busque eso?

*   ¿Necesita usted de ello con urgencia?

*   ¿Quiere que le traiga el libro para que usted mismo busque allí lo que necesita?

*   Dígame por favor: ¿para qué quiere usted saber eso?

15. Y apuesto diez contra uno a que después de que usted haya respondido íntegramente el anterior cuestionario y haya explicado el modo de verificar la información y para qué la necesita, usted despedirá al prodigioso ayudante y buscará otro empleado para que le ayude a buscar a "GARCÍA" y regresará luego a informarle que tal hombre no existió en el mundo.

16. Puede suceder que yo pierda mi apuesta, pero si la ley de probabilidades es cierta, no la perderé.

17. Y si usted es un hombre cuerdo, no se tomará el trabajo de explicarle a su ayudante que Corregio se busca en la C y no en la K; se sonreirá usted y suavemente le dirá: "dejemos eso así".

18. Y terminará por buscar usted mismo lo que necesita averiguar.

20. Esta incapacidad para la acción autónoma, esta estupidez moral, esta atrofia de la voluntad, esta mala gana para remover por sí mismo los obstáculos, es lo que retarda el bienestar colectivo de la sociedad.

21. Y si los hombres no actúan en su provecho personal, ¿qué harán cuando el beneficio de su esfuerzo sea para todos?

22. ¿Se evidencia la necesidad de un capataz armado de garrote? ¿Es el temor de ser despedido el sábado por la tarde lo único que retiene a muchos trabajadores en su puesto?

23. Ponga un aviso solicitando un secretario, y de cada diez aspirantes, nueve no saben ni ortografía ni redacción.

24. ¿Podrían tales personas llevar la carta a García?

Fin


 

La Falacia de la  “CARTA A GARCÍA[6]”.

David Malaver

Diseñador de moda | Marketing digital Master| Consultor de diseño

Desde su publicación en 1899, el ensayo "Carta a García" de Elbert Hubbard ha sido considerado una referencia para la cultura empresarial. Este texto, que exalta la responsabilidad personal y la obediencia ciega a la hora de ejecutar una tarea, ha sido adoptado por líderes y coach empresariales como una especie de biblia para definir cómo debe actuar un empleado ideal. Sin embargo, el mensaje central de este ensayo, que aboga por cumplir una orden sin cuestionar ni solicitar instrucciones, ha tenido consecuencias negativas para la dinámica empresarial moderna.

Una visión errónea del trabajo y el liderazgo

El problema fundamental radica en que este tipo de filosofía promueve una forma de liderazgo que desestima la importancia de la guía, la colaboración y el apoyo entre los líderes y sus equipos. En lugar de fomentar un ambiente de trabajo donde los empleados se sientan valorados y apoyados para aprender, innovar y colaborar, la "Carta a García" fomenta la idea de que la única virtud real es la obediencia incondicional. Esto, más que proactividad, tiende a generar desconfianza, desinterés y una falta de conexión entre empleados y sus jefes.

Un estudio de Gallup reveló que el 85% de los empleados no están comprometidos en su lugar de trabajo, y una de las causas más comunes es el liderazgo ineficaz y la falta de una comunicación clara. La "Carta a García" perpetúa esta dinámica al poner toda la responsabilidad del éxito de una tarea en el trabajador, sin que los líderes tengan que proporcionar la orientación o las herramientas necesarias. Este enfoque elimina la posibilidad de que los empleados hagan preguntas clave, reciban retroalimentación constructiva y se involucren en un proceso más colaborativo y enriquecedor.

 

El mito de la autonomía y la realidad de la frustración

La historia de Rowan, el protagonista del ensayo, destaca la virtud de llevar a cabo una misión sin recibir instrucciones claras. Aunque en ciertos contextos es necesario que los empleados tengan autonomía, exigir que alguien realice una tarea sin proporcionar ninguna guía es, en la práctica, una receta para la frustración. En la vida real, las tareas no siempre son tan claras como entregar una carta; pueden requerir creatividad, adaptación y una comprensión profunda de la meta final. Sin la posibilidad de recibir apoyo o hacer preguntas, los empleados no solo pueden sentirse abrumados, sino también desmotivados para ir más allá del mínimo esfuerzo.

Ejemplo anecdótico: En una empresa tecnológica, un programador recibió el encargo de desarrollar una función clave para una aplicación. La tarea fue presentada con la misma actitud que la "Carta a García": “Hazlo como consideres, no necesito explicarte nada.” El resultado fue que, aunque el programador cumplió con la misión en el tiempo establecido, el producto final no era lo que el equipo necesitaba, porque no había recibido suficiente contexto o claridad sobre los objetivos a largo plazo. Esto llevó a la frustración del programador y a la pérdida de tiempo valioso para la empresa, además de dañar la moral del equipo.

 

El liderazgo despótico y la falta de empatía

La "Carta a García" también ha sido el pilar de un estilo de liderazgo despótico, donde se espera que los empleados ejecuten tareas a ciegas sin recibir explicaciones ni tener acceso a recursos necesarios. Este enfoque lleva a la desconexión entre líderes y equipos, erosionando la confianza y generando desmotivación. En lugar de fomentar un ambiente en el que los líderes ofrezcan el apoyo necesario, se ha extendido la noción de que pedir instrucciones es sinónimo de debilidad o incompetencia.

Impacto en la proactividad: Cuando los empleados se enfrentan repetidamente a este tipo de solicitudes sin instrucciones claras, su capacidad para ser proactivos disminuye. A menudo, terminan haciendo el trabajo básico para cumplir con las expectativas mínimas, sabiendo que un esfuerzo mayor sin una dirección clara probablemente será desperdiciado. A largo plazo, este tipo de ambiente lleva a una cultura empresarial de mediocridad, donde las personas hacen lo menos posible para evitar errores, en lugar de innovar y crecer.

 

Una nueva perspectiva: el liderazgo colaborativo

En lugar de perpetuar la obediencia ciega que promueve la "Carta a García", el ecosistema empresarial necesita un modelo de liderazgo colaborativo y empático. Los líderes deben asumir la responsabilidad de brindar las herramientas, el apoyo y la dirección necesarias para que los empleados puedan desarrollar su máximo potencial. Esto no solo mejora la eficiencia de las tareas, sino que también incrementa el compromiso y la proactividad dentro de la organización.

En una era donde el trabajo colaborativo y la adaptabilidad son esenciales, la "Carta a García" está desactualizada y dañina. Lo que se necesita no es obediencia ciega, sino empleados comprometidos que entiendan claramente sus metas, tengan acceso a recursos y puedan colaborar en su camino hacia el éxito. Los líderes deben dejar de ver la demanda de instrucciones como una debilidad y empezar a ver el valor de un equipo informado, empoderado y respaldado.

Referencias

DIARIO PARA LA ORIENTACION VOCACIONAL/PROFESIONAL : ORIENTACION VOCACIONAL /PROFESIONAL Y SOCIO OCUPACIONAL ( INDICE)

 



[1] Perihelio.Punto de la órbita de un planeta más próximo al Sol."las velocidades de los planetas en el perihelio son siempre mayores que en el afelio (punto más alejado)"

[2] La guerra hispano-estadounidense fue un conflicto bélico que enfrentó a España y Estados Unidos de abril a agosto de 1898, al intervenir Estados Unidos en la guerra de independencia cubana (1895-1898). La derrota de España y la consiguiente pérdida de sus últimas provincias de ultramar dieron lugar en España a la expresión «Desastre del 98».[10]​Tras su derrota, España perdió Cuba (que quedó bajo tutela de Estados Unidos), Puerto RicoFilipinas y Guam ( pasaron a ser dependencias territoriales de Estados Unidos). 

[3] ¿Quién fue Calixto García? Calixto García Íñiguez (4 de agosto de 1839-11 de diciembre de 1898) fue un líder insurrecto cubano durante la Guerra de los Diez Años (1868-1878), la Guerra Chiquita (1879-1880) y la Guerra Necesaria (1895-1898). Hombre de escasa formación, la mayor parte de la cultura personal que pudo obtener fue de tipo autodidacta. De gran provecho fueron sus dos etapas como desterrado en la Península (1874-1878 y 1880-1895), gracias a la amistad que trabó con algunos intelectuales españoles y a la lectura en bibliotecas públicas. https://es.wikipedia.org/wiki/Calixto_Garc%C3%ADa

[4] En abril de 1898 el presidente William McKinley desató la guerra en contra de España para que Estados Unidos se adueñara de las colonias insulares que aquella poseía en el Atlántico y en el Pacífico. El triunfo marca la desaparición del imperio español y proclama el surgimiento del estadounidense, el cual se inaugura con la conquista de las Islas Filipinas, Puerto Rico, las Islas Marianas y Cuba. De la Spanish-American War sale Estados Unidos convertido en potencia mundial. McKinley propicia que mediante la figura jurídica del fideicomiso -trust -, surjan los gigantescos monopolios. 1898 Punto de Encuentro - William McKinley. - NOTICIAS ACTUALES

[5] Antonio Allegri da Correggio, conocido como Correggio (Correggio, cerca de Reggio Emilia, agosto de 1489 – ibídem, 5 de marzo de 1534), fue un pintor italiano del Renacimiento, dentro de la escuela de Parma que se desarrolló en la corte de los Farnesio durante el apogeo del Manierismo en Italia. Wikipedia, la enciclopedia libre


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