1. Hubo un hombre cuya
actuación en la guerra de Cuba culmina como un astro en su perihelio[1].
2. Sucedió que cuando
estalló la guerra entre España y los Estados Unidos[2],
se notó claramente la necesidad de un entendimiento inmediato entre el
Presidente de la Unión Americana y el General Calixto García[3].
Pero, ¿cómo hacerlo?
3. García estaba en esos
momentos Dios sabe dónde, en alguna serranía perdida en el interior de la Isla
de Cuba, y era precisa su colaboración. Pero, ¿cómo hacer llegar a sus manos un
comunicado? ¿Qué hacer?
4. Alguien le dice al
Presidente Mckinley[4]:
"Conozco a un hombre llamado Rowan. Si alguna persona en el mundo es capaz
de dar con García, es él: Rowan".
5. Cómo Rowan toma la
carta, la guarda en una bolsa que cierra contra su pecho, desembarca a los
cuatro días en las costas de Cuba, desaparece en la selva primitiva para
reaparecer de nuevo a las tres semanas al otro extremo de la Isla, cruzando un
territorio hostil, y entrega la carta a García, son cosas de las cuales no
tengo especial interés en narrar aquí.
6. El punto sobre el cual
quiero llamar la atención es éste:
El presidente McKinley le
da a Rowan una carta para que la lleve a García. Rowan toma la carta y no
pregunta en dónde poder encontrarlo.
7. ¡Por Dios santo!, que
aquí hay un hombre cuya estatua debería ser vaciada en bronces eternos y
colocada en cada uno de los colegios del universo. Porque lo que debe enseñarse
a los jóvenes no es vigorizar, templar su ser íntegro para el deber, enseñarlos
a actuar con prontitud, concentrar sus energías, a hacer las cosas, "a
llevar la carta a García".
8. El presidente McKinley
ya no existe. Pero hay muchos McKinleys en el mundo.
9. Qué desaliento habrá
sentido todo empresario que necesita de la colaboración de muchos, que no se
haya quedado alguna vez estupefacto ante la imbecilidad del común de los
hombres, ante su abulia, ante su falta de energía para llevar a término la
ejecución de una orden.
10. Descuido culpable,
trabajo a medio hacer, desgreño, indiferencia, parecen ser la regla general.
11. Y sin embargo, no se
puede tener éxito si no se logra por uno u otro medio la colaboración completa
de los subalternos, a menos que Dios en su bondad obre un milagro y envíe un
ángel iluminador como ayuda.
12. El lector puede poner
a prueba mis palabras: llame a alguno de sus empleados y dígale: "Consulte
usted la Enciclopedia y hágame el favor de sacar un resumen de la vida de
Corregio[5]".
13. ¿Cree usted que su
ayudante le dirá: "sí señor", y ponga manos a la obra?
14. Pues no lo crea. Le
lanzará una mirada vaga y le hará una o varias de las siguientes preguntas:
* ¿Quién era él?
* ¿En qué Enciclopedia busco eso?
* ¿Está usted seguro de que esto está entre
mis funciones?
* ¿No será la vida de Bismarck la que usted
necesita?
* ¿Por qué no ponemos a Carlos a que busque
eso?
* ¿Necesita usted de ello con urgencia?
* ¿Quiere que le traiga el libro para que
usted mismo busque allí lo que necesita?
* Dígame por favor: ¿para qué quiere usted
saber eso?
15. Y apuesto diez contra
uno a que después de que usted haya respondido íntegramente el anterior
cuestionario y haya explicado el modo de verificar la información y para qué la
necesita, usted despedirá al prodigioso ayudante y buscará otro empleado para
que le ayude a buscar a "GARCÍA" y regresará luego a informarle que
tal hombre no existió en el mundo.
16. Puede suceder que yo
pierda mi apuesta, pero si la ley de probabilidades es cierta, no la perderé.
17. Y si usted es un
hombre cuerdo, no se tomará el trabajo de explicarle a su ayudante que Corregio
se busca en la C y no en la K; se sonreirá usted y suavemente le dirá:
"dejemos eso así".
18. Y
terminará por buscar usted mismo lo que necesita averiguar.
20. Esta
incapacidad para la acción autónoma, esta estupidez moral, esta atrofia de la
voluntad, esta mala gana para remover por sí mismo los obstáculos, es lo que
retarda el bienestar colectivo de la sociedad.
21. Y si
los hombres no actúan en su provecho personal, ¿qué harán cuando el beneficio
de su esfuerzo sea para todos?
22. ¿Se
evidencia la necesidad de un capataz armado de garrote? ¿Es el temor de ser
despedido el sábado por la tarde lo único que retiene a muchos trabajadores en
su puesto?
23. Ponga
un aviso solicitando un secretario, y de cada diez aspirantes, nueve no saben
ni ortografía ni redacción.
24. ¿Podrían tales personas llevar la
carta a García?
Fin
La Falacia de la “CARTA A GARCÍA[6]”.
David Malaver
Diseñador de moda |
Marketing digital Master| Consultor de diseño
Desde su publicación en 1899, el ensayo
"Carta a García" de Elbert Hubbard ha sido considerado una referencia
para la cultura empresarial. Este texto, que exalta la responsabilidad personal
y la obediencia ciega a la hora de ejecutar una tarea, ha sido adoptado por
líderes y coach empresariales como una especie de biblia para definir cómo debe
actuar un empleado ideal. Sin embargo, el mensaje central de este ensayo, que
aboga por cumplir una orden sin cuestionar ni solicitar instrucciones, ha
tenido consecuencias negativas para la dinámica empresarial moderna.
Una
visión errónea del trabajo y el liderazgo
El problema fundamental radica en que
este tipo de filosofía promueve una forma de liderazgo que desestima la
importancia de la guía, la colaboración y el apoyo entre los líderes y sus
equipos. En lugar de fomentar un ambiente de trabajo donde los empleados se
sientan valorados y apoyados para aprender, innovar y colaborar, la "Carta
a García" fomenta la idea de que la única virtud real es la obediencia
incondicional. Esto, más que proactividad, tiende a generar desconfianza, desinterés
y una falta de conexión entre empleados y sus jefes.
Un
estudio de Gallup reveló que el 85% de los empleados no están comprometidos
en su lugar de trabajo, y una de las causas más comunes es el
liderazgo ineficaz y la falta de una comunicación clara. La "Carta a
García" perpetúa esta dinámica al poner toda la responsabilidad del éxito
de una tarea en el trabajador, sin que los líderes tengan que proporcionar la
orientación o las herramientas necesarias. Este enfoque elimina la posibilidad
de que los empleados hagan preguntas clave, reciban retroalimentación
constructiva y se involucren en un proceso más colaborativo y enriquecedor.
El
mito de la autonomía y la realidad de la frustración
La historia de Rowan, el protagonista
del ensayo, destaca la virtud de llevar a cabo una misión sin recibir
instrucciones claras. Aunque en ciertos contextos es necesario que los
empleados tengan autonomía, exigir que alguien realice una tarea sin
proporcionar ninguna guía es, en la práctica, una receta para la frustración.
En la vida real, las tareas no siempre son tan claras como entregar una carta;
pueden requerir creatividad, adaptación y una comprensión profunda de la meta
final. Sin la posibilidad de recibir apoyo o hacer preguntas, los empleados no
solo pueden sentirse abrumados, sino también desmotivados para ir más allá del
mínimo esfuerzo.
Ejemplo
anecdótico: En una
empresa tecnológica, un programador recibió el encargo de desarrollar una
función clave para una aplicación. La tarea fue presentada con la misma actitud
que la "Carta a García": “Hazlo como consideres, no necesito
explicarte nada.” El resultado fue que, aunque el programador cumplió con la
misión en el tiempo establecido, el producto final no era lo que el equipo
necesitaba, porque no había recibido suficiente contexto o claridad sobre los
objetivos a largo plazo. Esto llevó a la frustración del programador y a la
pérdida de tiempo valioso para la empresa, además de dañar la moral del equipo.
El
liderazgo despótico y la falta de empatía
La "Carta a García" también ha
sido el pilar de un estilo de liderazgo despótico, donde se espera que los
empleados ejecuten tareas a ciegas sin recibir explicaciones ni tener acceso a
recursos necesarios. Este enfoque lleva a la desconexión entre líderes y equipos,
erosionando la confianza y generando desmotivación. En lugar de fomentar un
ambiente en el que los líderes ofrezcan el apoyo necesario, se ha extendido la
noción de que pedir instrucciones es sinónimo de debilidad o incompetencia.
Impacto
en la proactividad:
Cuando los empleados se enfrentan repetidamente a este tipo de solicitudes sin
instrucciones claras, su capacidad para ser proactivos disminuye. A menudo,
terminan haciendo el trabajo básico para cumplir con las expectativas mínimas,
sabiendo que un esfuerzo mayor sin una dirección clara probablemente será
desperdiciado. A largo plazo, este tipo de ambiente lleva a una cultura
empresarial de mediocridad, donde las personas hacen lo menos posible para
evitar errores, en lugar de innovar y crecer.
Una
nueva perspectiva: el liderazgo colaborativo
En lugar de perpetuar la obediencia
ciega que promueve la "Carta a García", el ecosistema empresarial
necesita un modelo de liderazgo colaborativo y empático. Los líderes deben
asumir la responsabilidad de brindar las herramientas, el apoyo y la dirección
necesarias para que los empleados puedan desarrollar su máximo potencial. Esto
no solo mejora la eficiencia de las tareas, sino que también incrementa el
compromiso y la proactividad dentro de la organización.
En una era donde el trabajo colaborativo
y la adaptabilidad son esenciales, la "Carta a García" está
desactualizada y dañina. Lo que se necesita no es obediencia ciega, sino
empleados comprometidos que entiendan claramente sus metas, tengan acceso a
recursos y puedan colaborar en su camino hacia el éxito. Los líderes deben
dejar de ver la demanda de instrucciones como una debilidad y empezar a ver el
valor de un equipo informado, empoderado y respaldado.
Referencias
[1]
Perihelio.Punto de
la órbita de un planeta más próximo al Sol."las velocidades de los planetas
en el perihelio son siempre mayores que en el afelio (punto más alejado)"
[2] La guerra
hispano-estadounidense fue un conflicto bélico que
enfrentó a España y Estados Unidos de
abril a agosto de 1898, al intervenir Estados Unidos en la guerra de independencia cubana (1895-1898).
La derrota de España y la consiguiente pérdida de sus últimas provincias de ultramar dieron
lugar en España a la expresión «Desastre del 98».[10]Tras
su derrota, España perdió Cuba (que quedó bajo tutela de Estados Unidos), Puerto Rico, Filipinas y Guam ( pasaron a ser
dependencias territoriales de Estados Unidos).
[3] ¿Quién fue Calixto García? Calixto García Íñiguez (4 de agosto de 1839-11 de diciembre de 1898) fue un líder insurrecto cubano durante la Guerra de los Diez Años (1868-1878), la Guerra Chiquita (1879-1880) y la Guerra Necesaria (1895-1898). Hombre de escasa formación, la mayor parte de la cultura personal que pudo obtener fue de tipo autodidacta. De gran provecho fueron sus dos etapas como desterrado en la Península (1874-1878 y 1880-1895), gracias a la amistad que trabó con algunos intelectuales españoles y a la lectura en bibliotecas públicas. https://es.wikipedia.org/wiki/Calixto_Garc%C3%ADa
[4] En abril de 1898 el presidente William McKinley desató la
guerra en contra de España para que Estados Unidos se adueñara de las colonias
insulares que aquella poseía en el Atlántico y en el Pacífico. El triunfo marca
la desaparición del imperio español y proclama el surgimiento del
estadounidense, el cual se inaugura con la conquista de las Islas Filipinas,
Puerto Rico, las Islas Marianas y Cuba. De la Spanish-American War sale Estados
Unidos convertido en potencia mundial. McKinley propicia que mediante la figura
jurídica del fideicomiso -trust -,
surjan los gigantescos monopolios. 1898 Punto de
Encuentro - William McKinley. - NOTICIAS ACTUALES
[5]
Antonio
Allegri da Correggio, conocido como Correggio (Correggio, cerca de
Reggio Emilia, agosto de 1489 – ibídem, 5 de marzo de 1534), fue un pintor
italiano del Renacimiento, dentro de la escuela de Parma que se desarrolló en
la corte de los Farnesio durante el apogeo del Manierismo en Italia. Wikipedia, la enciclopedia
libre
No hay comentarios:
Publicar un comentario